lunes, 10 de enero de 2011

--Hemos Lamentado en el Curso de Nuestras Vidas,-- Jacob 7

Jacob 7

Es bien conocido este capítulo por ser uno de dos relatos en el Libro de Mormón de un anticristo. Sherem vino entre el pueblo de Nefi predicando una variación de las escrituras, diciendo que creía las cosas que estaban escritas en ellas, sino él negaba el mensaje principal de que se había escrito cada profeta: que cristo ha de venir.

Jacob refutó a Sherem así:

--He aquí, te digo que ninguno de los profetas ha escrito ni profetizado sin que haya hablado concerniente a este Cristo. --  (versículo 11)

El comentario personal de Jacob de esta situación me hace recordar los comentarios del profeta José Smith cuando él explica su respuesta a las personas quienes negaban su relato de la primera visión. Dijo Jacob:

--Y tenía la esperanza de desprenderme de la fe, a pesar de las muchas revelaciones y lo mucho que yo había visto concerniente a estas cosas; porque yo en verdad había visto ángeles, y me habían ministrado. Y también había oído la voz del Señor hablándome con sus propias palabras de cuando en cuando; por tanto, yo no podía ser descarriado. -- (versículo 5, énfasis añadida )

Jacob fue bendecido por sus fidelidad y el Señor mando a su Espíritu para fortalecerle y guiar a Jacob en presencia de Sherem, --de tal modo que lo confundí en todas sus palabras...-- (versículo 8) Ahora, el tiempo no me permita que hablara más de este relato, sino es notable que el resultado final es una restauración de paz al pueblo y del amor de Dios. (vease versículo 23)

Jacob en su vida sentía una obligación hacia los lamanitas, o sea, a ellos entre quienes ya no habían aceptado el evangelio de Jesucristo. Sino el sumo resulto de cualquier esfuerzo para extenderse hacia ellos fue retornado con enojo y violencia  Sin embargo, me parece notable que un espíritu misional existía entre los nefitas. (vease versículo 24)

En el penúltimo versículo de este capítulo final de Jacob, Jacob hace un resume de su vida cuando dijo, --de manera que nos hemos lamentado en el curso de nuestras vidas.-- (versículo 26) Hay algo profundo de la declaración serio de la realidad de su existencia. Ya tengo bastantes años que puedo mirar hacia atrás y tener en cuenta que yo tengo historia y un curso de eventos que me han traído hasta este punto en mi vida. Mi vida ha sido, al comparecer, sumamente más facíl y bendecido. La cosa que sea más notable que lo demás es aunque con las reflexiones lastimosas de una vida dura, Jacob confía en los medios y méritos de la salvación. Esta observación de Jacob de ninguna manera menosprecia el fin. Del contrario, tal vez se hace más exquisito y gozoso cuando por fin llegue el fin. La vida de Jacob entonces es un ejemplo excelente de perseverar hasta el fin.    

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