viernes, 27 de febrero de 2009

"A Menos Que... [Se] Desciendan a las Profundidades de la Humildad,"2 Nefi 9:40-43

2 Nefi 9:40-43

Dios no necesita nuestro sabiduría, conocimiento, ni riquezas. Lo que Él requiere y necesita de nosotros para hacer su obra es humildad.

martes, 24 de febrero de 2009

"Ese Sutil Plan del Maligno," 2 Nefi 9:28-39

2 Nefi 9:28-39

Tan claramente como enseña este capítulo del expiación de Cristo, también detalla con claridad los propósitos o "el plan" del adversario de todos los hombres.

Sabiduría y riquezas son dos de las iniquidades que nos causan a caer. "Cuando son instruidos se creen sabios,"(vs. 28). El asunto con la sabiduría es que uno no da caso al Señor. Orgullosamente, cuando recibimos un poco de los consejos del mundo o aún de Dios, pensamos que ya sabemos todo, y se acaba nuestra capacidad de aprender más. Al otro lado sin embargo, "bueno es ser instruido, si hace[mos] caso a los consejos de Dios," (vs. 29).

"Ay de los ricos... según las cosas del mundo... porque... desprecian al los pobres, y persiguen a los mansos... por tanto, su tesoro es su dios,"(vs. 30).

Tal vez estos dos no sean tan obvios como los otros pecados que se mencionan a continuación. El resultados de todo pecado es el mismo, si uno no se arrepienta. Si "mueren en sus pecados... volverán a Dios, y verán su rostro y quedarán en sus pecados," (vs. 38). Luego observa el profeta Jacob, "Tened presente que ser de ánimo carnal es muerte, y ser de ánimo espiritual es vida eterna," (vs. 39).

miércoles, 18 de febrero de 2009

"Si Éstos Escuchan Mi Voz," 2 Nefi 9:19-27

2 Nefi 9:19-27

Continuo con las preguntas de mis calificaciones para los méritos de Cristo. En estos versículos se describen lo que Cristo padeció para todos los hombres, mujeres, y niños -- todos que pertenecen a la familia de Adán. De esta manera, pasa sobre todos la bendición de la resurrección. Y ésto para que todo hombre se puede aparecer ante el tribunal de Dios para ser juzgado.

El hecho de que sufrió para todos pero, la salvación solo se puede extender a los justos, me hace preguntar si estoy viviendo de una manera que me califica.

En el versículo 21, dice que Dios vino al mundo para salvar a todos los hombres, "si éstos escuchan mi voz." Salvación depende de nuestra disposición para escuchar a Dios. Luego, en versículo 23 dice que Dios manda a los hombres. Estoy pensando en ésto. Dios no compela al hombre, pero sí da mandamientos. Mandamientos son declaraciones absolutas de lo que tiene que hacer para obtener salvación.

Todo lo que hizo Cristo era para nuestro beneficio. Sus palabras y mandamientos son para ayudarnos. No hay otra manera de ser salvo.

martes, 17 de febrero de 2009

"Los Santos del Santo de Israel," 2 Nefi 9:18

2 Nefi 9:18

En el versículo 18, hay explicación de quienes son los recipientes de la salvación que Dios ha preparado. Se llaman los justos, los santos del Santo de Israel. Se describen como los que creen en el Santo de Israel, o sea, el Señor Jesucristo. Son los que han soportado los cruces del mundo y han sufrido la vergüenza del ello.

Me pregunto sí yo califico ser contando entre tales.

jueves, 12 de febrero de 2009

"Entonces Viene el Jucio," 2 Nefi 9:15-17

2 Nefi 9:15-17

"Oh, la grandeza y la justicia de nuestro Dios," (vs. 17). En el orden de eventos que suceden después de ésta vida, primero viene la resurrección y la capacidad de tener un conocimiento perfecto de nuestra culpa o pureza ante Dios. En seguida, viene el juicio. En el juicio final, somos inmortales y como dice Jacob en el versículo 16, "aquellos que son justos serán justos todavía, y los que son inmundos serán inmundos todavía." Cuando viene la resurrección, ya habrá pasado el tiempo de cambiarse.

miércoles, 11 de febrero de 2009

"Tendremos un Conocimiento Perfecto," 2 Nefi 9:14

2 Nefi 9:14

En la resurrección, tendremos un conocimiento perfecto. Depende de cómo somos, será para nuestra condenación o exaltación. Si somos inicuos, comprenderemos perfectamente nuestra culpa, impureza, y desnudez. Lo que ahora se puede justificar, no podremos hacerlo en la resurrección. Sabremos la verdad de todas las cosas porque seremos inmortales.

Del otro lado, los justos tendrán un conocimiento perfecto de su pureza y rectitud. Paz y gozo eterno será sus bendiciones.

lunes, 9 de febrero de 2009

"A Causa del Medio de Redención de Nuestro Dios," 2 Nefi 9:11-13

2 Nefi 9:11-13

Estos versículos explican que hay dos muertes, la muerte física y la muerte espiritual. Por medio de la redención de nuestro Dios, el Señor Jesucristo, hay salida de estas dos muertes.

Muerte Espiritual - Otra nombre es el infierno. Ésto es estar afuera de la presencia de nuestro Dios.

Muerte Física o Temporal - Otra nombre es la tumba. Ésto es la separación de nuestros cuerpos y nuestros espíritus.

Del otro lado, también hay una separación de nuestros cuerpos y espíritus para los justos. La resurrección de Cristo hará que todos, justos e inicuos, sean reunidos, nuestros espíritus con nuestros cuerpos.

La grande diferencia entre ahora y la resurrección es que entonces seremos inmortales con un conocimiento perfecto de todas las cosas. Siempre me ha parecido algo curioso de que lo que todos anhelan en esta vida, o sea la inmortalidad, será dado como don gratuito en seguida. Solo es que no será así en esta vida mortal.

domingo, 1 de febrero de 2009

"El Misericordioso Designio del Gran Creador", 2 Nephi 9:5-10

2 Nephi 9:5-10

En estos versículos aprendemos que es propio que Dios, el Señor Jesucristo, vino entre su pueblo para ser condenado y morir, con el fin de que sea justo que todos los hombres sean sujetos a Él. También, como Jacob lo ve, la muerte es parte necesaria para nuestra salvación.

Luego, ilustra nuestra estado final sin en poder de la redención y la resurrección. Sin el poder de Dios para redimirnos de la muerte física y de la muerte espiritual, nos quedaremos como espíritus sin cuerpos afuera de la presencia de Nuestro Padre Celestial y su Hijo, Jesucristo. Jacob dice que seríamos como el diablo, o como ángeles del diablo, sin cuerpos, y sin el poder de regresar a la presencia de Dios.