lunes, 11 de febrero de 2013

--Instrumentos en Las Manos de Dios,-- Mosíah 27:32-37

Mosíah 27:32-37

El resultado de la conversión de Alma y los hijos de Mosíah fue un deseo de compartir el evangelio con los demás.  De hecho, para ellos era como parte del proceso del arrepentimiento para ellos que fuera entre el pueblo para reparar todo el malo que ellos habían causado la iglesia.

Ellos soportaban las persecuciones de los incrédulos. Me ha impresionado este punto porque es algo que yo temo. Tal vez, por ser tan recientemente en lo mismo lugar de incredulidad, los hijos de Mosíah y Alma pudieron relacionarse con los que no creían en sus palabras, aún cuando esto significaba ser perseguidos y golpeados (versículo 33).

Viajaron por toda la tierra de Zarehemla predicando la palabra de Dios. Me hace pensar en como esto fue parecido al ministerio del Salvador. Ellos andaban --explicando las profecías y las Escrituras a cuantos deseaban oírlos.-- (versículo 35)  Así todos podemos ser como el Salvador, si deseamos ser involucrados en la obra del Señor, podemos estudiar y entender las profecías en las escrituras. Cualquiera que tenga deseos de ser involucrados en la obra es llamado. (Doctrina y Convenios 4:3)

Los últimos versículos son un tributo a los esfuerzos de ellos. Es curioso que Mormón seleccionaba la referencia a Isaias para ilustrar el verdadero sentido de la escritura.