lunes, 10 de marzo de 2008

"Esta Grande y Abominable Iglesia", 1 Nefi 13:1-9

1 Nefi 13:1-9, vea también 1 Nefi 13:26, 34 y 14:10(3, 9-17)


En este capítulo, Nefi aprenda de la iglesia que se describa como ambos grande y abominable, "cuyo fundador es el diablo,"(1 Nefi 14:17, vea también 13:6). El termino "grande" parece referir al tamaño inmenso de su existencia, y de como prevalece entre los reinos de los gentiles. Se llama "abominable" por causa de sus hechos y deseos malvados.



Nefi describa a esta iglesia como una organización de lujo y gratificación personal. Tan poderoso era tales ambiciones de que el periodo de tiempo que se describa, cualquier santo que hablaba en contra de ellas era destruido (vea 13:9). También se refiere a esta iglesia como la madre de abominaciones y la ramera de todo la tierra (vea 14:10).



Es interesante notar que aún con la falta de una iglesia verdadera, había todavía santos por los varias partes -- individuos para quienes la búsqueda de la verdad y principio era de mayor valor que oro (vea 13:8-9). Estos fueron personas con un conocimiento limitado que sin embargo tomaron sobre sí el nombre de Cristo, para vivir de acuerdo con los principios de su evangelio a lo mejor que podían.


En las anales de la historia, estos individuos colectivamente se conocían como los Reformadores. Esta es un tema que ha recibido varias referencias en los años recientes en las Conferencias Generales.




Hombres como John Wycliffe, el valiente William Tyndale y Johannes Gutenberg fueron inducidos, contra mucha oposición, a traducir la Biblia en un lenguaje que la gente pudiera entender, y publicarla en libros que la gente pudiera leer.


... Mucho les debemos a los valientes mártires y reformadores como Martín Lutero, John Calvin y John Huss, quienes exigieron la libertad para adorar y el acceso común a los libros sagrados.


(M. Russell Ballard, “El milagro de la Santa Biblia,” Liahona, Mayo 2007, 80–82)

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