Mosíah 27:1-7
Estos versículos son un relato curioso de como se calmó orgullo y soberbia entre el pueblo. Miembros de la iglesia se quejaron a sus lideres y así el asunto llegó a los oídos del rey Mosíah. Mosíah y sus sacerdotes efectuaron un mandamiento que los incrédulos no deben afligir a los miembros de la iglesia. El mandamiento también requería que no hubiera orgullo, ni soberbia que les quitara la paz, y que todos los hombres debería laborar con su propio esfuerzo para mantenerse.
En el versículo 6, dice que empezaron de nuevo tener paz y prosperidad. Me hace pensar que una resolución no sería tan fácil en nuestros días, pero también me hace pensar cuán importante es que un pueblo tiene respeto a las leyes de un pías. Cuando exista este sentido de deber al gobierno, se puede resolver muchas dificultades fácilmente.
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