Alma 22:19-26
En estos versículos, parece ser que lo que no está escrito ofrece las mayores percepciones. Esta mañana, me pregunto: ¿dónde está Dios en estos versículos? ¿Qué acerca de estos versículos particularmente me acerca más a Cristo?
En los versículos 19 y 20,No hay mención o referencia a Dios o Cristo. Pero cuando volví y releí esos versos, parece ser lo que no se dijo que reveló su influencia. Así que la reina se entera del estado de su marido, y descubre Aarón y su hermano de pie cerca. El versículo dice, --como si ello hubiesen sido la causa de su caída.--
El texto dice mucho sin decir nada en absoluto. O en otras palabras, Aarón y sus hermanos NO fueron LA CAUSA de la caída del rey. Aquí es donde Dios está escondido en los detalles de este versículo. El
poder de Dios, o Su influencia sobre el rey (que fue a través de las
enseñanzas y ministerio de Aarón y sus hermanos) fue la causa de la
caída.
El próximo versículo también dice que --los siervos habían visto la causa de la caída del rey.-- Una vez más,
ninguna referencia directa a la Diety en este versículo, pero estoy
propenso a ver a Cristo como "la causa" de la caída del rey. El poder de Dios estaba con Aarón y sus hermanos. Si
los siervos reconocieron a Dios como esa causa, vieron el poder de Dios
operando a través de Aarón y sus compañeros, y aterrorizó a los siervos
del rey.
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Lo que sigue en los próximos seis versículos es una experiencia muy pentecostal no muy
diferente a la que fue registrada en el Libro de los Hechos. Cuando la reina se da cuenta de que no es una situación normal, --ella empezó a sentir gran miedo.-- (véase vs. 21) Cuando Aarón ve la determinación de la reina de destruir Aarón y sus compañeros, él levanta al rey de su estado inconsciente. El rey inmediatamente comienza a ministrar al pueblo. Ahora
desafortunadamente, no tenemos registrado lo que dijo, ni cómo lo dijo,
pero el impacto de su ministerio tuvo el efecto de convertir toda su
familia al Señor. (véase vs. 23)
En el mismo grupo de versos, poco después vino una gran compañía de súbditos lamanitas reunidos en la casa del rey. ¡El rey pacificó a la multitud, y luego puso a Aarón ya sus hermanos en medio de ellos! Allí pudieron predicar la palabra de Dios. Cuando sólo momentos antes, estas mismas personas desconfiaban de estos misioneros nefitas, de pronto estaban escuchando.
No se ofrecen más
detalles que esto, pero a partir de esto, me recuerda que las
manifestaciones espirituales son como se hace el trabajo del Señor. Siempre se requieren oraciones y fe. No
podemos trabajar sin la influencia invisible del Señor para
acompañarnos, y no podemos esperar automáticamente que esto suceda
siempre.
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