lunes, 7 de febrero de 2011

--Según los Mandatos de Mis Padres,-- Omni 1:1-13

Omni 1:1-13

Me impresiona el deber y obligación que estos hombres sentían hacía la instrucción dado a ellos por sus padres, por lo menos en este aspecto. Tal vez esto sea evidencia del mano del Señor para preservar este registro.

El registro va de Omni (hijo de Jarom) a su hijo, Amarón. Amarón nota que la palabra del Señor había sido verificado en la destrucción de la parte más inicua del los nefitas, mientras que los justos habían sido perservados. Luego Amarón da el registro a su hermano, Quemis. La única contribución de Quemis fue para contar que Amarón hizo su registro en el día que los registros a él. Abinadom, hijo de Quemis, al seguir sus padres, hace solo unos pocos comentarios. Uno fue evidencia de la ruina espiritual que había transcurrido: --yo no sé de ninguna revelación salvo lo que se ha escrito, ni profecía tampoco;-- (versículo 11).

Sino entonces, el hijo de Adinadom, Amalekí, cuenta de un cambio de curso bastante distinta cuando él comienza al decir que su rey, Mosíah, ha sido advertido por el Señor para huir la ciudad de Nefi con cuantos que querían seguirlo.  Después de tener varias generaciones que habían parecido en la infidelidad, de repente Mosíah se presente como líder del pueblo que profetizó y predicó... o mejor dicho, quien permitió que la voz del Señor guiara al pueblo.

El hombre tiene libertad
de escoger lo que será;
mas Dios la ley eterna da,
que él a nadie forzará.
(“Sabed que el hombre libre está”, Himnos de Sión, Nº 92)

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