miércoles, 16 de febrero de 2011

--Guiado por el Poder de su Brazo,-- Omni 1:13,20-26

Omni 1:13,20-26

Me compela todavía el hecho de que Amalekí es tan distintamente enterado de su fe al compararse con sus padres inmediatos. En el versiculo 23, aprendimos que él fue nacido durante el reinado de Mosiah. Lo que me impresiona del cambio que Amalekí tuvo son sus comentarios finales, las cuales claramente demuestran convicción, testimonio, y fe en Dios.

Me impresiona que mientras considero esto, que Amalekí es así porque él estaba parte del grupo que salió de la tierra de Nefi y estaba con el Rey Mosiah en el desierto, donde ellos probablemente íntimamente llegaron a conocer a Dios.  De hecho, más probablemente esto es lo que sucedió. Esto es tal como Nefi y su familia cuando salieron de Jerusalén, o como Moisés y los hijos de Israél, o aún en nuestros días, los pioneros mormones, cuando ellos salieron de Navuoo a Salt Lake. Esta jornada extendida de la tierra de Nefi a la tierra de Zarahemla extendía al pueblo de Mosiah la oportunidad de ser --guiado por el poder de su brazos,-- (versículo 13). Y en el mismo versículo, Amalekí explica que esto fue un tiempo de instrucción:
...Fueron conducidos por muchas predicaciones y profecías. Y continuamente fueron amonestados por la palabra de Dios, y guiados por el poder de su brazo a través del desierto.
Y así es que cuando el Señor quiere preparar a un pueblo para recibir las bendiciones del cielo, una de las maneras más eficaces que él lo hace es cuando organice  un grupo de personas entre quienes ha establecido la fundación para la obra de salvación. Entonces como testimonio final en el versiculo 25, leemos de las palabras de Amalekí concerniente los dones del Espíritu: profecia, revelación, la ministración de ángeles, hablar en lenguas, interpretación de lenguas, --y en todas las cosas que son buenas.-- Finalmente entonces, él extiende en términos claros, una invitación para venir a Cristo, y para recibir la salvación que Él nos ha preparado.
Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orando, y perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos.
(versículo 26)
Testimonios tales como este solo vienen de individuos quienes ellos mismos hayan obtenidos la salvación donde también me esta invitando a luchar. 

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