sábado, 6 de noviembre de 2010

--Las Cosas Como Realmente Son,-- Jacob 4:11-13

Jacob 4:11-13

Me encontré anoche en una fila larga esperando para votar. Conocí a un hombre que estaba a la par de mí, quien era un miembro de la iglesia católica y también emigrante mejicano. Tuvimos una hora para platicar, y él habló mucho de servicio. Le interesaba mucho el servicio que hacemos nosotros en nuestra iglesia como misioneros. Habló de servicio que él hace con viajes a México con juguetes y ropa cada año para regalarlos a sus familiares y amigos quienes viven allá.

Este hombre era ciudadano americano ya.  Siendo bendecido de tener trabajo y bienes materiales, él había escogido retornar la bendición y mandar sus bienes a los que en verdad lo necesitaban más. Y en esto, había encontrado un nivel de gran paz. Yo lo pude sentir.

Pensando en esta pasaje de escrituras que habla de Cristo y su expiación, se me humilla al saber que aún este hombre, quien sea mejor que yo en asuntos de administrar a los pobres, y tal vez muchas otras doctrinas importantes, también necesita el evangelio restaurado de Jesucristo. Debo hacer hincapié en este punto. La humildad de entender que este hombre sea mejor que yo en vivir una vida cristiana, es menester para saber que aún a él le iría mejor al aceptar --las cosas como realmente son.-- (vease vs.13)

No hay comentarios: