Cuando revisé los versículos 1 y 2, me vino a la cabeza la idea de que estas personas (los amolonitas y los amalecitas) estaban deliberadamente en oposición a quien creía en Dios. Ahora que los lamanitas se habían convertido a Dios y aunque estos ex nefitas habían tratado de escapar de esta influencia moviéndose entre los lamanitas, la oposición había vuelto a su propio país.
En mi clase de la Escuela Dominical de ayer, estábamos teniendo una discusión sobre la fe, la esperanza y la caridad. Nuestro instructor hizo una observación interesante sobre las falsificaciones del adversario: miedo, desesperación y enojo. Menciono esto aquí porque esto es lo que está motivando a estos ex nefitas a actuar contra el pueblo de Anti-Nefi-Lehi.
...fueron provocados a ira contra sus hermanos por los amalekitas y los amulonitas.
Y su odio contra ellos llegó a ser sumamente intenso, a tal grado que empezaron a rebelarse...El miedo puede ser un poderoso motivador, y ha sido durante gran parte de la historia del mundo. Pero la fe es el mayor motivador, la forma correcta y verdadera de motivar según el Plan de Felicidad. Cuando actuamos en fe, el resultado final es alegría creciente. Cuando actuamos con temor, el fruto es confusión y pérdida.
Sin embargo, existe una diferencia entre el temor y la fe. El miedo es la tendencia humana natural. No requiere ningún esfuerzo para cultivar y se encuentra en abundancia. La fe es un don de Dios, y como tal, uno debe orar para obtenerla.
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