lunes, 1 de febrero de 2016

--La Predicación de la Palabra de Dios a un Pueblo Salvaje,-- Alma 17:1-18

Alma 17:1-18

En la introducción que se encuentra antes del inicio de este capítulo, dice que los hijos de Mosíah --renunciaron sus derechos al reino por la palabra de Dios.-- Me hace contemplar los sacrificios que uno hace para la palabra de Dios. A veces se requiere que neguemos nuestros derechos por ella. Casi siempre  se requiere que hagamos lo que no es cómodo para nosotros.

De la guía de las escrituras, bajo el término sacrificio dice: --En la antigüedad, el término sacrificio significaba santificar algo o a alguien.--
También se les pide a los miembros de la Iglesia de nuestros días que ofrezcan el sacrificio de un corazón quebrantado y un espíritu contrito (3 Ne. 9:19–22), lo cual significa que deben ser humildes, tener el espíritu de arrepentimiento y estar dispuestos a obedecer los mandamientos de Dios.
--Hoy... es un dia de sacrificio.-- DyC 64:23-43

Vs. 7 - Trajeron armas para proveerse de alimento a ellos mientras viajaban en el desierto.

Se habla en este capitulo del estado de los lamanitas antes de la predicación de la palabra de Dios entre ellos. Dice que fue...
un pueblo que se deleitaba en asesinar a los nefitas, y en robarles y despojarlos; y tenían el corazón puesto en las riquezas, o sea, en el oro, y la plata y las piedras preciosas; sí, además, procuraban posesionarse de estas cosas asesinando y despojando, para no tener que trabajar por ellas con sus propias manos. (vs. 14)
Últimamente lo que tenemos aquí son los paso que tomaron estos misioneros valientes a lograr lo imposible. El ayuno y la oración, la influencia del Espíritu Santo, los sacrificios y padecimientos de mente y cuerpo que pasaron: todo esto fue necesario para lograr éxito como misioneros.

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