viernes, 20 de mayo de 2011

--No Tiene Parte en el Reino de Dios,-- Mosíah 4:16-23

Mosíah 4:16-23

Al tema del dar a los pobres, estos versículos se dirijan a las actitudes erróneas  en cuanto a los pobres.

Es común, a menos en mis propias experiencias, a racionalizar cada petición para ayuda caritativa.  Hay algunos diagnósticos interesantes en cuanto a este tipo de actitud. Lo que más me impresiona es que una actitud de negligencia hacia los pobres es en oposición directa a la obra de Dios:
  •  --Quien [juzga a los pobres] tiene gran necesidad de arrepentirse; y a menos que se arrepienta de lo que ha hecho, perece para siempre, y no tiene parte en el reino de Dios.-- (versículo 18, con énfasis )
  • --El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.--(Proverbios 17:5, con énfasis)
Isaías 58 es para mí uno de los capítulos más inspiradores de dar caritativo  que se encuentra en las escrituras, porque me ayuda verlas bendiciones o los frutos que viene de participar en tales actividades. Uno de las promesas que nos extiende es que seremos llamados --restaurador[es] de calzadas para habitar.-- Me impresiona para ser profundamente significante.

Como el estado natural de las cosas es para deshacerse, ser destruido, o pudrirse, el proposito y objetivo del establecimiento del reino de Dios debe ser para edificar y mejorarse. Es traer lo que estaba perdido y lo que antes no existía a un estado de habitación y producción. Esto es significante de dos niveles, ambos de lo exterior que nos rodea, pero también de más importancia, dentro de nosotros mismos.

Así llegue a ser nuestro objetivo la edificación de todos. Los pobres son iguales a los ricos. Todos son iguales en los ojos de Dios. Así, muy concluyente declara el rey Benjamín que si uno niega a los pobres (los menores entre nosotros), entonces este no tiene ninguna parte en el reino de Dios.

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