jueves, 9 de septiembre de 2010

--Diligente en el Oficio de mi Llamamiento,-- Jacob 2:1-11

Jacob 2:1-11

Entre este pasaje de escrituras, Jacob, el hermano de Nefi (quien fue el fundador de su pueblo, y muy amado de entre todo el pueblo), tiene el peso de amonestar a sus pueblo según los mandamientos del Señor que le había mandado. La cosa con Jacob es que tiene un sentido de contabilidad ante el Señor que no es común. ¿De donde viene este sentido de contabilidad?

Aunque no sea común, se puede Jacob explicar este deber de entre sí. Digo deber, pero Jacob lo llama un deseo o afán para el bienestar de su pueblo (véase vs 3) y dice él que este deseo le agobia con el peso de ello.
El peso viene no por causa del mensaje, pero por causa de sus deseos para el bienestar del pueblo. Nunca antes se me había supuesta que así era. ¿Por qué ha sido aumentado este deseo? Ya que su hemano haya fallecido, ahora es el lider mayor del pueblo. A mi parecer, es por este razón que ya siente un mayor deseo hacia su pueblo.

Deseo poder comprender mejor mi propio deber.

Hay dos otros puntos importantes que deseo tratar en esta entrada. Uno, Jacob entendía el mandamiento que había recibido del Señor para amonestar al pueblo de sus pecados. Dos, Jacob tambien comprendía  la pureza y ternura de los corazones de algunos de su pueblo y el daño que haría a este estado de pureza al tener que escucharle condenar a los pecados de otros, cosas que a sus mentes nunca había entretenido.

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