viernes, 19 de diciembre de 2008

"Una Penosa Maldición," 2 Nefi 5:21-25

2 Nefi 5:21-25

Es difícil comprender el nivel de desobediencia que merece tal castigo o maldición.

Me hace recordar las palabras que se encuentran en los Doctrinas y Convenios 95:1 que dice, "a quienes amo, y a los que amo también disciplino para que les sean perdonados sus pecados, porque con el castigo preparo un medio para librarlos de la tentación en todas las cosas, y yo os he amado."

Supongo que también para los lamanitas, el fin de la maldición fue para dar medio a ellos ser preservados hasta los postreros días para que los bendiciones del Señor podrían ser extendidos a ellos también. Y cuán grande cosecha de almas veamos hoy día entre los descendientes de los lamanitas. Aún donde vivo yo, en Provo, Utah, últimamente hemos visto un gran numero de investigadores prepararse para el bautismo en nuestra unidad de Español. ¡Cuán grande bendición es poder ver la obra del Señor que ha resultado de una maldición tan penosa!

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