sábado, 9 de septiembre de 2017

--El gran llamamiento de diligencia,-- Alma 28

Alma 28

Este capítulo comienza con un relato de una batalle tremenda entre los lamanitas y los nefitas que fue resultado del pueblo de Ammón y su migración a la tierra de Zarahemla. Dice el relato que fue la batalle más grande --desde el día en que Lehi salió de Jerusalén.-- (vs. 2)

Por varios días, yo estuve mirando a esta entrada de otro lado. Ahora, sin embargo, lo veo diferente. El pueblo de Ammón llegó a la tierra de Jersón justo a tiempo. La destrucción de su pueblo habria sido much más peor, me supongo, si no habrían migrado a las tierras de Zarahemla.

Como resultado de la guerra que sucedió, había muchos muertos de los dos lados. Esto resultó en un plazo de lamentaciones. Lamentaciones para los que estaban listos para regresar a la presencia del Padre y lamentaciones para los que no fueron preparados.

Pero aquí es donde el registro haga una distinción. Aquellos que murieron sin estar preparados para conocer a Dios, se temía que -- según las promesas del Señor, que sean condenados a un estado de angustia interminable.-- (vs. 11)  Del otro lado, --e regocijan y se alegran en la esperanza, y aun saben, según las promesas del Señor, que serán levantados para morar a la diestra de Dios, en un estado de felicidad perpetua.-- (vs. 12)

Entonces, viene la conclusión en versículos 13 y 14:
Y así vemos cuán grande es la desigualdad del hombre a causa del pecado y la transgresión y el poder del diablo, que viene por los astutos planes que ha urdido para enredar el corazón de los hombres.
Y así vemos el gran llamamiento de diligencia a los hombres para obrar en las viñas del Señor; y así vemos el gran motivo del dolor, como también del gozo: dolor a causa de la muerte y destrucción entre los hombres, y gozo a causa de la luz de Cristo para vida.
Al contemplar esto, vemos que el diablo tiene planes para enredar el corazón del hombre. Entonces, debo yo también tener planes para desenredar el corazón del hombre, si yo quiero obrar en las viñas del Señor.


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