martes, 3 de enero de 2012

--Dios Mismo Descenderá... y Redimirá a Su Pueblo,-- Mosíah 15:1-10

Mosíah 15:1-10

Inmediatamente después de citar al pasaje extendida de Isaías, Abinadí explica que --Dios mismo descenderá entre los hijos de los hombres, y redimirá a su pueblo.-- Esta sola frase pone un fin a la ambigüedad y la confusión de religión, y me da una clara y definida forma de creer. Esto es la qué y la porqué de mi creencia.

Versículos 2 a 5 no se puede pasar como ligera porque explican uno de los misterios teológico más grandes de nuestro tiempo. Las notas de pie son de ayuda especial cuando se referencia a la multitud de otras escrituras que dicen la misma cosa: que Cristo es un Dios, el Hijo de Dios y el verdadero Padre Eterno del cielo y de la tierra.

Los versículos que proceden al versículo 8 demuestran como Cristo pudo superar y rompiar a las ligaduras de la muerte. Me impresiona que esto es tanto en referencia a la muerte espiritual como es para la muerte física. Versículo 9 lo pone así, --habiendo quebrantado los lazos de la muerte, tomado sobre sí la iniquidad y las transgresiones de ellos, habiéndolos redimido y satisfecho las exigencias de la justicia.--

Este capítulo es repleto en sentido y doctrina. Abinadí continua a contestar una de las preguntas que hace Isaías. --¿Quién declarará su generación?-- (vs. 10). La respuesta es un recordatorio sorprendente  de mi responsabilidad para actuar. Yo creo que continuaré con este pensamiento en la próxima entrada.

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