Un sentimiento que he recibido mientras que estudio en ésta mañana es que una de las señales de los últimos días es enojo, unos con otros. Muchos se enojan. El enojo llega ser la fuerza por la cual movimientos políticos se muevan.
Versículos 19 y 20 explica como el diablo utiliza la ira para sus propósitos. Dice que él enfurecerá los corazones de los hombres.
Pero esto no es la manera del Señor. Bien dijo el Salvador enseñando a los nefitas:
Porque en verdad, en verdad os digo que aquel que tiene el espíritu de contención no es mio, sino es del diablo, que es el padre de la contención, y él irrita los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros.
He aquí, ésta no es mi docrina, agitar con ira el corazón de los hombres, el uno contra el otro; antes bien mi doctrina es ésta, que se acaben tales cosas. (3 Nefi 11:29-30)
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