sábado, 27 de marzo de 2010

--La Tierra del Señor Será para Siervos y Siervas--, 2 Nefi 24

2 Nefi 24

Este es el último capítulo de Isaías que se incluye en esta parte del registro de Nefi, y aunque la mayor parte trata con la destrucción de Babilonia, hay unos versículos al principio que sirvan como recordatorio del convenio del Señor. Aquí, aprendemos que la tierra del Señor ha sido preparado para los humildes, los que en tiempos antes han sido los siervos a los demás, (vease vs. 2). 

Esto es un buen recordatorio de como siempre debemos servir a los demás. A mí parecer no es en el plan de Dios para hacer de sus hijos opresores. El Señor desea que sus hijos sean siervos, que aprendamos a trabajar, que logremos lo que es bueno por nuestro propio esfuerzo a lo máximo de nuestro propio poder.

Un principio fundamental de la Cristiandad es el trabajar. Son los que trabajan para lograr lo bueno en este vida, que resultarán con los frutos de la tierra. Esta realidad se extiende tanto en los asuntos espirituales como en los asuntos temporales. Es curioso, porque en primer lugar, no había visto este principio en este capítulo. Sin embargo, en capítulo siguiente Nefi declara "Porque nosotros trabajamos diligentemente... pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacemos cuanto podamos," (2 Nefi 25:23).

Esto tiene sentido entonces que los siervos y las siervas serán los que heredarán a la tierra. Son los siervos que sepan trabajar. Son ellos que serán salvos.

Isaías habla de este principio en otra parte de las escrituras:
Y vendrán ante ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las plantas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. (Isaías 60:14)
 Busqué otra escritura que se trata del obrero y Síon, y encontré este versículo en 2 Nefi 26:31: --Mas el obrero en Sión trabajará para Sión; porque si trabaja por dinero, perecerá.---

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