En el versículo 6, el rey Benjamín habla de una expiación que ha sido preparado desde la fundación del mundo. Hay dos otros profetas en el Libro de Mormón que también hacen referencia a esto:
- --...La redención que ha hecho por su pueblo, la cual fue preparada desde la fundación del mundo,-- (Mosíah 15:19).
- --...Mediante la redención de Cristo, a quien él ha preparado desde la fundación del mundo.-- (Mosíah 18:13)
Los versículos 11 y 12 se conduce hasta un premio que es mayor que la comprensión mortal. Tras este grupo de versículos, el rey Benjamín contrasta la nulidad del hombre con la bondad de Dios. (El rey Benjamín es mucho más descriptivo de lo que yo he sido.) La realización de este contraste compela a uno arrepentirse, caminar en humildad, orar al diario, y estar firmes en la fe de lo que ha de venir. El premio que resulta de este curso de acción es 1) el gozo, 2) el amor de Dios, 3) un remisión de pecado personal, y últimamente (y a mi parecer es el gran premio) 4) el crecimiento en el conocimiento de Dios.
Regresando a versículo 9, Benjamín recuerda a su pueblo --Creed en Dios-- y que su sabiduría y poder es mucho mayor al sabiduría del hombre. Sino ésto es otra razón por la cual queríamos crecer en la sabiduría y el poder de Dios. El poder de Dios y la sabiduría trabajan juntamente. De hecho, parece imposible ser poseedor de uno sin el otro.
Y ahora me digo a mí mismo, --si creo todas estas cosas, ¡mira que las hago!-- (véase versículo 10)